Las lentes ópticas 1.60 bloquean la luz azul dañina con AR

La luz azul puede ser tanto beneficiosa como perjudicial para nuestros ojos.
Cuando se expone a él durante el día, ayuda a aumentar nuestro estado de alerta y mejorar nuestra memoria. Cuando se expone por la noche, altera nuestro patrón de sueño.
La luz azul se compone de dos partes: el azul turquesa "bueno", cuya longitud de onda oscila entre 450 y 500 nm, y el azul violeta "malo", que oscila entre 380 y 440 nm.

La luz azul turquesa puede ser beneficiosa para nuestra salud. Regula el ritmo circadiano (nuestro 'reloj biológico' interno), que controla nuestro ciclo de sueño-vigilia, por lo que es esencial para un sueño nocturno reparador.

La luz azul turquesa también puede estimular la actividad cerebral, mejorando la memoria, el estado de ánimo, el estado de alerta y el rendimiento mental.

Al igual que ocurre con los rayos ultravioleta, la sobreexposición a la luz azul-violeta puede ser perjudicial para los ojos. Puede dañar la retina y aumentar potencialmente el riesgo de enfermedades oculares como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), cataratas y fotoqueratitis (córnea quemada por el sol), que pueden provocar ceguera temporal.

Los estudios han demostrado que la exposición a una luz brillante rica en azul durante el día mejora la energía y el estado de alerta, mejora el estado de ánimo y también mejora la productividad de los trabajadores de oficina y el rendimiento de los estudiantes. Por el contrario, por la noche, la ausencia de luz rica en azul puede estimular la producción de melatonina, un tipo de hormona que ayuda a regular nuestro ciclo de sueño-vigilia. La producción y liberación de melatonina ayuda a ralentizar nuestro metabolismo.

Esto nos ayuda a relajarnos y a tener un buen sueño nocturno. Además, la ausencia de luz azul durante la noche también desencadena procesos restauradores del cuerpo, como la reparación celular, que es esencial para mantener la salud y el bienestar.